Resumen «Mindfulness: atención plena»

Grato encuentro, el de ayer, a pesar de la lluvia y el viento, con la Atención Plena y el Mindfulness de la mano de Juan Orozco en Proteo.

Nos ayudó a entender de forma sencilla cómo funciona nuestra mente “caviladora”, en palabras de Vicente Simón, autor del libro recomendado en esta ocasión para acercarse a la práctica que nos ayuda progresivamente a parar estos mecanismos mentales que nos atrapan e impiden vivir la vida con plenitud en el momento presente.

Nos habló de los procesos de atención/desatención, una de las claves del Mindfulness, que por otra parte, es una denominación anglosajona que comprende toda una sabiduría milenaria oriental y también mucho de la filosofía y espiritualidad occidental. Es decir, lo nuevo no es el contenido, sino la forma de condensarlo, transmitirlo y hacerlo llegar a más y más personas que buscan paz en sus vidas.

Comentó también otra de las bases de la práctica del la Atención o Conciencia Plena, que es: La observación y la liberación progresiva de “Los juicios” tan limitantes. Empezando por los que ya tenemos hechos sobre nosotros mismos.

“Cuando me doy cuenta de que: NO SÉ…
También soy capaz de decir…. NO SÉ QUE NO SÉ…
Y entonces es cuando admito que…. SÉ QUE NO SÉ…
Y desde ahí es verdaderamente cuando puedo entregarme a VER-OIR-SENTIR y aprenderlo todo como una niña, como un niño…. SIN JUICIO… Ahí se abre la puerta a todo lo nuevo en mi vida.”

Para ello necesitamos detener esta locomotora mental. Juan Orozco nos regaló para terminar una de las pequeñas prácticas para “PARAR” (Pausas) y reencontrarnos cotidianamente con esa parte de nosotros. Para conectar con nuestro poder personal para estar en la vida verdaderamente presentes. Podemos hacerlo cada vez que nos encontremos cansados, tensos en cualquier lugar o momento del día. Solo requiere un espacio donde permanecer sentado, sentada, unos minutos, ojos cerrados y conectar con la propia respiración en una postura relajada de gran dignidad. Siguiendo unos pequeños pasos. Con sólo esta breve práctica, regresaremos a las tareas habituales más relajados y focalizados. Y, lo más importante, nos habremos regalado un hermoso gesto de auto-cuidado.
¡Muchas gracias, Juan!